Homilías por id

Juan Pablo II

Visita Pastoral a la Parroquia Romana de San Juan Nepomuceno Neumann
Tercer Domingo de Adviento (Ciclo B)
¿Hay motivos para alegrarse?

1. "Hermanos, estad siempre alegres" (1 Ts 5, 16). Esta invitación del apóstol san Pablo a los fieles de Tesalónica, que acaba de resonar en nuestra asamblea, expresa bien el clima de la liturgia de hoy. En efecto, hoy es el tercer domingo de Adviento, llamado tradicionalmente domingo "Gaudete", por la palabra latina con la que inicia la antífona de entrada.

"Alegraos siempre en el Señor". Ante las inevitables dificultades de la vida, las incertidumbres y el miedo al futuro, ante la tentación del desaliento y la desilusión, la palabra de Dios vuelve a proponer siempre la "buena nueva" de la salvación: el Hijo de Dios viene a "vendar los corazones desgarrados" (Is 61, 1). Que esta alegría, anuncio de la alegría de la Navidad ya próxima, impregne el corazón de cada uno de nosotros y todos los ámbitos de nuestra existencia.

2. Amadísimos hermanos y hermanas... Reunidos en torno a la Eucaristía, comprendemos más fácilmente que la misión de toda comunidad cristiana consiste en llevar el mensaje del amor de Dios a todos los hombres. Por eso es importante que la Eucaristía sea siempre el corazón de la vida de los fieles, como lo es hoy para vuestra parroquia, aunque no todos sus miembros han podido participar personalmente en ella.

5. "Preparad el camino del Señor" (Jn 1, 23). ¡Acojamos esta invitación del evangelista! La proximidad de la Navidad nos estimula a una espera más vigilante del Señor que viene, al tiempo que la liturgia de hoy nos presenta a Juan el Bautista como ejemplo que imitar.

Por último, dirijamos la mirada a María, "causa" de nuestra verdadera y profunda alegría, para que nos obtenga a cada uno la alegría que viene de Dios y que nadie podrá quitarnos jamás. Amén.