Homilías por id

Benedicto XVI

Domingo V de Cuaresma (Año B)
Es la hora decisiva

[...] constatamos cuán actuales son las palabras del Evangelio de este quinto domingo de Cuaresma. Jesús, en la inminencia de su pasión, declara: "Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto" (Jn 12, 24). Ya no es hora de palabras y discursos; ha llegado la hora decisiva, para la cual ha venido al mundo el Hijo de Dios y, a pesar de que su alma está turbada, se muestra dispuesto a cumplir hasta el fondo la voluntad del Padre. Y la voluntad de Dios es darnos la vida eterna que hemos perdido. Pero para que esto se realice es necesario que Jesús muera, como un grano de trigo que Dios Padre ha sembrado en el mundo, pues sólo así podrá germinar y crecer una nueva humanidad, libre del dominio del pecado y capaz de vivir en fraternidad, como hijos e hijas del único Padre que está en los cielos.