Santo del día
21 de MarzoSan Serapión, anacoreta
En Egipto, san Serapión, anacoreta (siglo desconocido).
(Elogio del Martirologio Romano)
Vida
Este san Serapión (hay otros del mismo nombre en el santoral), eremita del norte de Egipto, ha sido confundido con otros personajes, que quizás existieron pero que no representan la antigüedad de culto de este: según los diversos martirologios históricos, lo veremos inscripto este mismo 21 de marzo como obispo de Thmuis (actual Timai el-Amdi) o como monje mártir, cabeza de un conjunto de mártires.
Parece que ninguno de estos dos datos son correctos, y ya en el siglo XVIII los Bolandistas descartaban esas dos variantes como legendarias, a pesar de lo cual se siguen reproduciendo en santorales de toda procedencia. Seguramente porque al faltarnos todo dato del Serapión anacoreta, histórico y real, la devoción pide rellenar ese hueco del saber con lo que haya a mano, procedimiento bien conocido porque fue precisamente así como han nacido las leyendas extravagantes (no todas lo son) de los santos.
En todo caso el Martirologio Romano actual ha preferido reducir la noticia a lo esencial y probado: "En Egipto, san Serapión, anacoreta. siglo desconocido". Muy poco, es verdad, pero cierto. Se dice que bajo su regla profesaron diez mil monjes.
San Serapión, Obispo de Thmuis (C. 370 p.c.), conocido como "el escolástico", por su erudición tanto sagrada como profana, San Serapión dirigió algún tiempo la escuela catequética de Alejandría; se retiró después al desierto, donde se convirtió en monje y trabó amistad con San Antonio, quien, a su muerte, le dejó una de sus túnicas.
Serapión fue sacado de su retiro para ser elevado a la sede episcopal de Thmuis, ciudad del bajo Egipto, cerca de Diospolis. Tomó parte en el Concilio de Sárdica, en 347; estuvo íntimamente asociado con San Atanasio en la defensa de la fe católica, y fue desterrado por el emperador Constancio, según San Jerónimo. Informó a Atanasio de la nueva herejía macedonia que empezaba a propagarse y las cuatro cartas que Atanasio escribió a Serapión desde el desierto donde permaneció escondido, fueron la primera refutación expresa que se publicó sobre aquel error.
San Serapión trabajó con gran éxito contra los arríanos y los macedonios y recopiló también un excelente libro contra los maniqueos. Escribió varias cartas eruditas y un tratado sobre los títulos de los Salmos, que se encuentran perdidos. Para nosotros, sin embargo, su obra más importante es el Euchologion, descubierto y publicado a fines del siglo pasado.
Sócrates dice que San Serapión escribió un breve epigrama o sumario de la perfección cristiana que él con frecuencia repetía: "La mente se purifica por el saber espiritual (o por la santa meditación y oración) ; las pasiones espirituales del alma, por la caridad, y los apetitos desordenados por el ayuno y la penitencia". Se cree que murió en el destierro, pero no se sabe la fecha exacta de su muerte.