Dios se pasea por el jardín, Adán se esconde, tiene miedo… ha pecado. El drama es tremendo: Dios quiere restablecer la relación, reconstruirlo todo. El miedo y las consecuencias del pecado nos hacen huir de quien está dispuesto a darlo todo por nosotros.
Otra clave de interpretación importante de la Sagrada Escritura son los personajes concretos que en ella aparecen, con una historia, con una llamada. Adán, Abraham, Zaqueo, Pablo, Pedro ¡Judas!… somos tú y yo. Tenemos siempre dos posibilidades: la de no reconocer nuestro pecado muriendo en él, o la de llorarlo amargamente bajo la mirada salvadora de Cristo, que nos devuelve la dignidad de Adán.
En este apartado podremos descubrir aspectos de algunos personajes bíblicos que nos ayudarán también a nosotros a vernos reflejados en esa acción de Dios que es actual, por quél el viene ahora a nuestro encuentro en cada hombre y en cada acontecimiento (Prefacio III de Adviento).