A veces sentimos la tentación de ser cristianos manteniendo una prudente distancia de las llagas del Señor. Pero Jesús quiere que toquemos la miseria humana, que toquemos la carne sufriente de los demás. Espera que renunciemos a buscar esos cobertizos personales o comunitarios que nos permiten mantenernos a distancia del nudo de la tormenta humana, para que aceptemos de verdad entrar en contacto con la existencia concreta de los otros y conozcamos la fuerza de la ternura. Cuando lo hacemos, la vida siempre se nos complica maravillosamente y vivimos la intensa experiencia de ser pueblo, la experiencia de pertenecer a un pueblo.
Biblia
Mt 11, 11-15: Testimonio de Jesús sobre Juan Bautista
El que quiera acercarse al Señor, ser digno de la vida eterna, llegar a ser morada de Cristo, ser inundado por el Santo Espíritu, con el fin de tener los frutos de este Espíritu… debe primero creer firmemente en el Señor y luego entregarse sin reserva a sus mandatos… Debe hacerse violencia para ser humilde ante todo hombre…
Mt 11, 28-30: Mi yugo es suave, mi carga ligera
“Aprendend de mí…” No a crear el mundo, no a hacer en él grandes prodigios, sino aprended de mí a ser manso y humilde de corazón. ¿Quieres ser grande? Comienza entonces por ser pequeño. ¿Tratas de levantar un edificio grande y elevado? Piensa primero en la base de la humildad. Y cuanto más trates de elevar el edificio, tanto más profundamente debes de cavar su fundamento. ¿Y hasta dónde ha de tocar la cúpula de nuestro edificio? Hasta la presencia de Dios.
Mt 3, 1-12: Predicación de Juan el Bautista
Todo aquél que predica la recta fe y las buenas obras, prepara, a los corazones de los que lo oyen, el camino para ir al Señor. Ordena las sendas que conducen al Señor, cuando, por medio de la palabra y de la buena predicación, forma los deseos perfectos en el alma.
Mt 9, 35—10, 1.6-8: Compasión hacia la muchedumbre y misión de los Doce
A los que curaba exteriormente en el cuerpo, los curaba también interiormente en el alma: cosa que no podía hacer nadie por su propio poder, sino por consentimiento de Dios. Se mostró en esto el Señor como un buen pastor y no como un pastor contratado. Esta es la razón que tenía para compadecerse de ellos: “Porque eran atropellados y agobiados de males, como las ovejas que no tienen pastor”. Eran maltratados por los demonios y por las diversas enfermedades y abatimientos que los consumían.
Mt 9, 27-31: Jesús cura a dos ciegos
…me hice en todo semejante a los hombres, corpóreo con los corpóreos, y me uní voluntariamente a ellos. Ves tú cuál es mi deseo de ser visto por los hombres… ¿Cómo, pues, puedes decir que me escondo de ti, que no me dejo ver. En verdad, yo brillo, pero tú, no me miras.
Mt 7, 21.24-27: Los verdaderos discípulos
El camino del reino de los cielos es la obediencia al designio de Dios, no el repetir su nombre.
Mt 15, 29-37: Curaciones junto al lago y multiplicación de los panes
Jesús se da a nosotros en la Eucaristía, comparte nuestro mismo camino, es más, se hace alimento, el verdadero alimento que sostiene nuestra vida también en los momentos en los que el camino se hace duro, los obstáculos ralentizan nuestros pasos. …en la Eucaristía el Señor nos hace recorrer su camino, el del servicio, el de compartir, el del don, y lo poco que tenemos, lo poco que somos, si se comparte, se convierte en riqueza, porque el poder de Dios, que es el del amor, desciende sobre nuestra pobreza para transformarla.
Lc 10, 21-24: El Evangelio revelado a los sencillos
…la expresión con la que Jesús inicia su oración contiene su reconocer hasta el fondo, plenamente, la acción de Dios Padre, y, juntamente, su estar en total, consciente y gozoso acuerdo con este modo de obrar, con el proyecto del Padre. El Himno de júbilo es la cumbre de un un camino de oración en el que emerge claramente la profunda e íntima comunión de Jesús con la vida del Padre en el Espíritu Santo y se manifiesta su filiación divina.
Lc 21, 29-33: Parábola de la higuera
«El cielo y la tierra pasarán; pero mis palabras no pasarán»; como diciendo: y si se conmueven todas las cosas, mi fe no faltará; en lo cual da a entender que la Iglesia será preferida a toda criatura, porque la criatura sufrirá alteración y la Iglesia de los fieles y las predicaciones del Evangelio subsistirán.