El término hebreo Shalom (paz) es tan rico que no podemos traducirlo en una sola palabra. Encierra varios elementos al mismo tiempo: gozo, unidad, plenitud, salud, prosperidad. Abarca la totalidad de las bendiciones mesiánicas de Dios para su pueblo, tanto en el plano personal, como en el comunitario y social. Es la sanación de la persona íntegramente. Shalom no es algo, sino alguien, es una persona: JESÚS, él es nuestra paz. Es él quien aporta todo lo que necesitamos.
Alfertson Cedano
Jn 14, 21-26: El Paráclito os lo enseñará todo
El Padre y el Hijo vienen a nosotros, si vamos nosotros a ellos; vienen con su auxilio, nosotros con la obediencia; vienen iluminándonos, nosotros contemplándolos; vienen llenándonos de gracias, nosotros recibiéndolas, para que su visión no sea para nosotros algo exterior, sino interno, y el tiempo de su morada en nosotros no transitorio sino eterno
Jn 13, 16-20: Acoger a Cristo
Jesucristo llama a las puertas, quiere ser acogido por cada hombre. En este texto se define como YO SOY. Pero hay un elemento determinante, que solemos rechazar por naturaleza y que revela de forma esencial el SER de Jesús, se trata de la Cruz, «lecho de amor donde nos ha desposado el Señor». Sobre la Cruz Jesús demuestra que ES EL QUE ES, venciendo definitivamente la muerte.
Domingo V de Pascua (A) – Homilías
Te seguimos, Señor Jesús; pero llámanos para que podamos seguirte, ya que sin ti nadie puede subir. Porque tú eres el camino, la verdad, la vida, la posibilidad, la fe, el premio. Recibe a los tuyos como el camino, confírmalos como la verdad, vivifícalos como la vida.
Domingo IV de Pascua (A) : Homilías
Acabáis de escuchar, queridos hermanos, el riesgo que corren los pastores; calibrad también, en las palabras del Señor, el que corréis también vosotros. Mirad si sois, en verdad, sus ovejas, si le conocéis, si habéis alcanzado la luz de su verdad. Si le conocéis, digo, no sólo por la fe, sino también por el amor; no sólo por la credulidad, sino también por las obras. Porque el mismo Juan Evangelista, que nos dice lo que acabamos de oír, añade también: Quien dice: «Yo le conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso.
Jn 6, 35-40: Discurso del Pan de Vida (iii): La voluntad del Padre
Jesús se define como el verdadero Pan de Vida. Quienes se acercan a la sagrada mesa, con fe, lo descubren como los discípulos de Emaús, en la fracción del pan. Hoy Cristo nos invita a venir a Él, y no seremos echados fuera.
Lc 24, 13-35: Los discípulos de Emaús
Que el Señor haya hecho ademán de ir más lejos cuando acompañaba a sus discípulos, explicando las Sagradas Escrituras a quienes ignoraban que fuese El mismo, significa que ha inculcado a los hombres el poder acercarse a su conocimiento a través de la hospitalidad; para que cuando El mismo se haya alejado de los hombres -al cielo- sin embargo, se quede con aquellos que se muestran como sus servidores. Aquel que una vez instruido en la doctrina participa de todos los bienes con el que lo catequiza, detiene a Jesús para que no vaya más lejos. He aquí, por qué estos fueron catequizados por la palabra, cuando Jesucristo les expuso las Escrituras. Y como honraron con la hospitalidad a Aquel que no conocieron en la exposición de las Escrituras, lo conocieron en el modo de partir el Pan. No son buenos delante de Dios los que oyen su palabra, sino los que obran según ella (Rom 2,13)
Domingo III de Pascua (Ciclo A) – Homilías
La localidad de Emaús no ha sido identificada con certeza. Hay diversas hipótesis, y esto es sugestivo, porque nos permite pensar que Emaús representa en realidad todos los lugares: el camino que lleva a Emaús es el camino de todo cristiano, más aún, de todo hombre. En nuestros caminos Jesús resucitado se hace compañero de viaje para reavivar en nuestro corazón el calor de la fe y de la esperanza y partir el pan de la vida eterna.
Jn 3, 1-8: Entrevista con Nicodemo (i)
El Espíritu sopla donde quiere, es decir, nadie puede dominarlo, manipularlo a su antojo. Entonces, ¿cómo pretendes explorar curiosamente la forma de actuar del Espíritu Santo, tu que no puedes explicar la fuerza del viento, aunque escuches su voz?
Domingo II de Pascua o de la Divina Misericordia (Ciclo A) – Homilías
Jesús muestra las señales de la pasión, hasta permitir al incrédulo Tomás que las toque. ¿Pero cómo es posible que un discípulo dude? En realidad, la condescendencia divina nos permite sacar provecho hasta de la incredulidad de Tomás, y de la de los discípulos creyentes. De hecho, tocando las heridas del Señor, el discípulo dubitativo cura no sólo su desconfianza, sino también la nuestra.